¿QUÉ TAL TE ORGANIZAS EN TU ESTUDIO DE ARQUITECTURA?

 

Desde que apareció el ordenador, muchos piensan que casi todo el trabajo nos lo hace él. Si a esto añadimos que, en los tiempos que corren, todo es para ayer y la prisa es el pan nuestro de cada día, el tiempo se convierte en una variable fundamental de nuestro trabajo.

Es más, muchas veces, incluso cuesta explicar a nuestros clientes el tiempo real que conlleva hacer un proyecto y es una de las variables importantes a la hora de fijar honorarios.

En cualquier caso, los estudios de arquitectura nos organizamos en gran medida a sentimiento y esto es algo que no nos hace demasiado eficientes. Si te interesa el tema, te animamos a acompañarnos.

Curiosamente, este tiempo “de más” que queremos dedicar al proyecto no es para debatir sobre el sexo de los ángeles, ni para que el arquitecto en cuestión lo pueda cobrar más adelante como honorarios extra (¿Os lo imagináis?). Nada más lejos de la realidad. La intención de esta petición será, ayudarle al cliente a matizar cuáles son sus verdaderas necesidades y, por lo tanto, que se puedan satisfacer en el proyecto quedando todo lo mejor definido posible. Al hilo de esta idea,  nuestro admirado Aalto, allá por los años cuarenta solía contar una historia que venía a decir,

“la arquitectura es una especie de biología. Uno puede comparar la arquitectura con un salmón adulto. No nace adulto, tampoco nace en el mar, donde vive, sino muy lejos… tan lejos de su entorno normal como lo están la vida espiritual del hombre y los instintos de éste con su trabajo cotidiano. Y tal como el desarrollo del huevo del salmón hasta convertirse en organismo adulto requiere tiempo, también lo requiere todo aquello que se desarrolla y cristaliza en nuestro mundo de pensamientos. ”.

Realmente, disponer de tiempo para que los pensamientos se puedan asentar será la  mejor inversión posible para la propiedad. Este tiempo es gratis y las consecuencias de tenerlo son inmediatas.

Para quienes redactamos los proyectos es algo bastante evidente, pero para quien nos contrata no lo es tanto. Como en todo en la vida, hay clientes que lo entienden perfectamente y otros que no quieren saber nada de todas estas “pamplinas”. De hecho, a nosotros mismos un cliente nos preguntó, después de más de una reunión hablando de lo que se podía hacer con su terrenito, “si el proyecto estaría terminado para la semana que viene”. ¿Una semana? Realmente, hay veces que parece que arquitectos y clientes hablamos lenguajes diferentes y, quizás, lo hagamos y ese sea el problema. A buen seguro, que aprender a transmitir nuestras ideas, inquietudes y certezas es una de las asignaturas pendientes de nuestro gremio.

Si a esta innata tendencia a meter más horas de la cuenta, sumamos el gol que nos metieron hace más de 10 años con el Código Técnico de la Edificación (C.T.E.), los proyectos se alargan eternamente aunque no queramos. Gracias a este diabólico tochazo (al cual no nos terminamos de acostumbrar), nuestra labor se ha complicado con cientos de tablas que rellenar, mucho más papeleo y, en consecuencia, mucha más responsabilidad.

De hecho, nos sigue llamando poderosamente la atención que no se ponga el grito en el cielo por el exceso de responsabilidad que asume quien firme el proyecto. Además, con los navajazos por un chándal que hay por cada proyecto, en la mayoría de los casos es una responsabilidad que ni siquiera se traduce en más honorarios. Eso sí, si paso algo, la fuerza de la ley caerá casi seguro sobre el arquitecto a nada que el juez tenga la más mínima duda de que hay algo incierto en el proyecto o en la dirección. Solemos tener el mejor seguro de todos los agentes de la obra y esto, a veces, juega en nuestra contra.

A todo ello hay que añadir los estragos de la crisis económica que ha provocado que los encargos (sobre todo desde la administración)  se adjudiquen con una bajada de honorarios desproporcionada y con la promesa del equipo redactor de que el proyecto se entregará en tiempo record.  El problema que se deriva de esta situación es la bajada de calidad, sí o sí, del proyecto.

Por otro lado, la propia organización de los estudios de arquitectura deja mucho que desear. Gracias a nuestros cursos de Identidad Digital y Productividad hemos conocido en estos años cómo se organizan muchos estudios de arquitectura y, en muchos casos, son dos y el del tambor haciendo malabares. No estamos hablando de una organización super-eficiente como se podría conseguir aplicando los principios de GTD; estamos radiografiando una realidad que no es muy halagüeña. Los estudios de arquitectura siguen funcionando más cerca de la figura de un taller que de una empresa y esto, nuevamente, nos aleja de la productividad.

A su vez, hay que destacar que en muchos casos l@s arquitect@s no usan herramientas digitales de gestión de tareas y proyectos, que en muchos casos son gratuitas y están muy bien. ¿Algunas de ellas? Trello, Asana, Toggl… la lista aumenta en función de las necesidades; pero, va siendo hora de ponernos las pilas en este sentido. Lo mismo ocurre con las posibilidades del trabajo 3.0 o teletrajo; las posibilidades de crear sinergias desde la distancia para nada están explotadas al máximo.

 

Conclusión: menos tiempo, menos calidad, más responsabilidad, negro futuro para la profesión y, como resultado final, para la sociedad que más que disfrutar sufrirá las consecuencias de nuestras intervenciones.

Por otro lado, tenemos gran margen de mejora a la organizarnos mejor como estudios y esto, en el fondo, es una buena noticia para ser más eficientes y competitivos.

Seguro que más de uno se ha sentido identificado con alguno de los pasajes del artículo y a otros quizás les haya sorprendido o no estén, para nada, de acuerdo.

Ya nos iréis contando…

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Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó, montaron su estudio de arquitectura en el año 2003. Hasta la llegada de la crisis funcionaron como un “estudio normal”, consiguiendo ganar varios concursos y construyendo proyectos interesantes. En el 2009 se adentraron por terrenos entonces desconocidos. A día de hoy, su blog, Stepienybarno, es uno de los 5 blogs de arquitectura en castellano con más impacto en el mundo. A su vez, están detrás de varios proyectos online, además de ser los directores de este mismo blog o el blog de Fundación Arquia. Han dado multitud de charlas y cursos tanto de Identidad Digital como de Productividad en Colegios de arquitectos y Escuelas de Arquitectura. Acaban de publicar su primer libro: Eficiencia y Productividad en la arquitectura. https://regalosarquitectos.com/producto/libro-arquitecto-productivo/

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