Emilio Delgado nos hace llegar este post en el que plantea cuatro tipos de alumnos en un viaje de arquitectura al Véneto, diferenciándolos por su actitud ante el aprendizaje.
El turista despistado se enfoca en lo superficial y se pierde la riqueza cultural. El turista obediente sigue indicaciones sin profundizar en la experiencia. El viajero arquitecto principiante investiga y estudia Palladio antes del viaje, disfrutando de la arquitectura con detalle. Finalmente, el viajero arquitecto avanzado busca conectar profundamente con la obra del maestro, reflexionando sobre su legado.
!A disfrutar de este menú tan suculento!!
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Imaginemos que organizamos un viaje al Véneto para alumnos de arquitectura. Los lugares para visitar serían: Padua, Vicenza y Venecia. Si esperásemos que los alumnos preparasen el viaje podríamos esperar cuatro perfiles.
El primero sería el alumno tipo turista despistado. Una especie de ente informe preocupado por la comida, la calidad del hotel y las actividades nocturnas. Para este alumno, el viaje consistiría en arrastrar su cuerpo por los diferentes lugares sin que nada de lo arquitectónico ni de lo cultural le afectase. Sería como un turista al que sueltan de forma accidental en una ciudad, que abriría una web en el móvil para buscar los highlights y, después de ir de un lugar a otro sin saber lo que está viendo, acabaría desesperado pensando en el gasto de tiempo y dinero que ha realizado. Es como comer a base de sándwich del 7 eleven; poco y de mala calidad; un desperdicio.
El segundo tipo de alumno sería el turista obediente, otro tipo de ente que se conformaría con el leve input de lo que le señalan con el dedo. Obedece las instrucciones del guía y escucha atentamente sus explicaciones. Sin embargo, poco o nada le cala, porque su pensamiento se centra en previsualizar los tiempos libres para comprar regalos para sus allegados. Es como comer de un bufé libre; mucho pero desordenado, revuelto y caótico; una pena.
El tercer tipo de alumno es el viajero arquitecto principiante, que es aquel que preparando el viaje descubre que va a visitar la región de Palladio, uno de los arquitectos más importantes de la historia. Revisa minuciosamente sus villas, sus edificios públicos y sus iglesias, y prepara un dosier con planimetrías. Durante el viaje visita todos los edificios que ha identificado y comprueba, en la experiencia de habitar el espacio, todo lo que ha investigado. Inspecciona los detalles, revisa los encuentros, confirma las decisiones proyectuales, y permanece en silencio admirando la obra del Arquitecto. Es como comer un buen menú del día; un placer, una maravilla.
Además de los tres anteriores, podríamos identificar a un cuarto tipo de alumno. Este sería un alumno excepcional, al que podríamos denominar viajero arquitecto avanzado. Al igual que el anterior, este alumno prepararía el viaje a nivel documental. En los días previos sentiría los nervios por estar a la altura del encuentro con el Maestro. Durante el trayecto de ida al Véneto, se haría el firme propósito de descubrir qué le tiene que decir Palladio, qué tiene que ver con él. Visitando Padua, indagaría en la juventud del Arquitecto, y descubriría cómo empezó humildemente como un cantero y dedicó unos años a conectar con su vocación de arquitecto. Visitando Vicenza, descubriría la sensibilidad del Arquitecto por comprender al habitante de la época y sus nuevas circunstancias sociales, que le permitieron reformular el reto de proyectar una nueva tipología de villa para colonizar y revitalizar el extenso campo agrario de la región. También descubriría su genio al proponer nuevos espacios urbanos mediante arquitecturas capaces de integrar el espacio público, regalando a la ciudad lugares de encuentro para todas las personas. En el Teatro Olímpico, se le revelaría al alumno un manifiesto arquitectónico sublime, en el que la ciudad se convierte en la gran escenografía de la vida. En Venecia, descubriría al Palladio más espiritual. Sus dos templos le permitirían parar y dedicar un tiempo a la reflexión, al silencio y a la emoción de haber contemplado toda una vida. Durante la vuelta del viaje, revisaría minuciosamente su cuaderno con sus anotaciones, sus pensamientos, y sus dibujos.
Escribiría una apostilla al final: qué he aprendido, qué me llevo, qué agradezco, qué pasa a formar parte de mí, qué le contaré al mundo de lo que he visto.
Es como comer en un restaurante de tres estrellas Michelin; una gozada, un lujo, una oportunidad irrepetible.
¿Qué tipo de alumno te gustaría ser?

 
                                                             Ana Isabel Santolaria Castellanos
 Ana Isabel Santolaria Castellanos María Antonia Fernández Nieto
 María Antonia Fernández Nieto Carlos Pesqueira Calvo
 Carlos Pesqueira Calvo Cruz Galindo
 Cruz Galindo Emilio Delgado
 Emilio Delgado Escuela de Arquitectura
 Escuela de Arquitectura FABRICIO SANTOS ARIAS
 FABRICIO SANTOS ARIAS Felipe Samarán
 Felipe Samarán Inés y Blanca Moreno y Borrel
 Inés y Blanca Moreno y Borrel Juan Manuel Medina Del Rio
 Juan Manuel Medina Del Rio Manuel de Lara
 Manuel de Lara Pablo Ramos
 Pablo Ramos Stepien y Barno
 Stepien y Barno 
            

 
                                                    
                                                 
                                                    
                                                 
                                                    
                                                
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