LLENAR EL ARMARIO DE REFERENCIAS PARA PODER DISEÑAR BIEN

El bloqueo creativo surge por falta de referencias significativas. Es esencial «llenar el armario» con proyectos valiosos, investigar sus detalles y entender su contexto. No basta con imágenes superficiales de redes sociales o IA; hay que buscar en fuentes contrastadas, explorar clásicos y modernos, y construir un repertorio personal que permita crear con criterio, conocimiento y experiencia.

Todo esto y mucho más, nos lo cuenta Felipe Samarán en el siguiente post.

“Estoy bloqueado, no se me ocurre nada” me dicen con frecuencia los alumnos al corregir sus proyectos. “¿Qué referencias has manejado para poder hacer lo que quieres?” les respondo. En ese momento me miran con una cara de entre asombro y vergüenza y en el mejor de los casos me enseñan una imagen de Pinterest. “¿De quién es? ¿A qué tipo de gente atiende? ¿Para qué sirve? ¿Dónde está? ¿Cómo son sus plantas, alzados y secciones? ¿Cuál es su “detalle estratégico”? ¿Qué propone ese proyecto? ¿Por qué te ha interesado? ¿Qué de ese proyecto no puede eliminarse?

El problema de iniciar cualquier proceso creativo, cualquier proyecto, es el mismo que tenemos para vestirnos para una situación especial. Si no tienes nada dentro del armario, si desconoces la etiqueta del acto, la temperatura del lugar al que vas, no tienes nada que ponerte, y nada que combinar. Si vas a un acto solemne, y solo tienes camisetas y vaqueros en el armario, es muy probable que vayas mal vestido.
Lo mismo pasa al ir a cocinar, si no tienes nada en la nevera ni un libro de recetas no puedes preparar nada. El bloqueo se resuelve teniendo ropa variada e interesante en el armario, o ingredientes en la despensa y un buen libro de recetas. Cuanto más veces hayas cocinado algo similar, más capacidad tendrás de improvisar y crear algo sabroso e incluso nuevo sin mirar el libro.

Pues lo mismo ocurre en los procesos creativos. Si no has llenado previamente tu cabeza de buenos e inolvidables proyectos, efectivamente es posible que no se te ocurra nada interesante que proponer, es normal. El bloqueo creativo se rompe conociendo ejemplos significativos y variados previos.

Ya, pero “¿dónde los encuentro?” me preguntan. En ese momento se pone de manifiesto que su lugar de compra habitual es “el mercadillo” de las redes sociales, donde todo es tan barato como superficial, porque solo ofrece imágenes aisladas de “fogonazo”, el “oráculo moderno” de Google donde no está todo, y si está es difícil encontrar lo que no se sabe que se busca, y no se sabe que existe, y donde uno no sabe la calidad de lo que encuentra, o más recientemente el “sabio sustituto” de la inteligencia artificial, que te devuelve respuestas al nivel de inteligencia de la pregunta planteada y con un nivel de filtro difícil de contrastar.

El gran reto hoy en día, ante el universo instantáneo de puertas a las que llamar, es saber cuales de ellas esconden información valiosa detrás al ser abiertas. Lo difícil es pasar del mercadillo con ropa mala de saldo al centro comercial especializado de marcas y diseños de calidad. Y luego hay que tener criterio para saber qué comprar y cómo combinarlo (eso lo da la experiencia).

Cuanto más joven es el alumno más vacío está su armario y es normal. Pero la labor principal de un alumno novato es pasarse el día yendo de compras para llenar su armario de referencias que le permita tener qué ponerse y saber combinarlo entendiendo los requerimientos de cada ocasión. Si no conoces nada de nada muy difícil que crees nada valioso.

Por eso les sugiero que vayan a buscar en el grupo de los elegidos y contrastadamente valiosos, y les doy una lista de “básicos” que debes tener en tu cabeza. Y “tener” no quiere decir guardar la lista en un cajón, quiere decir haberlos investigado, habértelos probado, (conocer bien sus detalles y, a ser posible haberlos visitado). Conviene saber quienes fueron sus maestros, qué cosas les interesaban a ellos, cuales son las fuentes de inspiración colaterales, pintura, escultura, land art, fotografía, literatura, música…

Para eso hay un grupo selecto de publicaciones y premios de los que te voy a regalar a su vez una selección básica. Con menos de esto no se debe empezar, y si luego quieres ser mejor rellena los huecos con la lista completa, investiga con más profundidad cada uno de esos referentes, que en si mismo son casi infinitos, o ve teniendo tu propio armario de “cosas que estaría bien ponerse algún día”.

Por eso te voy a compartir una lisa de “clásicos” y modernos que debes conocer sí o sí.
No están todos los que son, pero si son todos los que están.

Algunos artistas que te ayudarán a entender el espacio de otro modo

Algunos pintores e ilustradores que dispararán tu imaginación y te ayudarán a crear

Artistas performativos que te ayudarán a proponer intervenciones con sentido

Artistas de paisajismo que te ayudarán a entender la relación con en entorno natural

Arquitectos de los mejores de los últimos cincuenta años (puedes investigar la lista completa y ver más.

Arquitectos relevantes empleándose en un pequeño pabellón.  Porque la arquitectura no es relevante por su tamaño.
Puedes explorar la lista completa en el enlace.

Algunos arquitectos con medallas de honor profesional
Puedes explorar la lista completa en el enlace.

Los clásicos históricos de antes de que existieran las redes sociales e internet, porque si, había arquitectura también entonces.

La arquitectura es un arte MEDIADO en gran parte por gente que la ve e interpreta por nosotros.
Aprende de la forma de mirar de los grandes. Deberías tener un buen “ojo fotográfico”.

 

Y acabemos por algunos libros que debes tener en tu estantería y a ser posible haberlos leído, aunque sea en diagonal.

 

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¿Se educa el entusiasmo?

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Estudió arquitectura en la T.U. Darmstadt, (Alemania) y ETSAM (Madrid). Trabajó en cooperación, en Nicaragua del '95 al '97, y con Alberto Campo Baeza del '97 al '02 con quien fue coautor de la Caja General Ahorros de Granada. Participó en el plan estratégico de la Ciudad de las Telecomunicaciones de Telefónica en Madrid, entre otros proyectos. En ‘02 monta su estudio ARTEctura con obras tan variadas como el Edifico Minerva (c. del Amparo 103 junto a la Casa Encendida de Madrid), el Colegio Highlands los Fresnos (Boadilla del Monte), el plan de rehabilitación integral de la Ciudad de Aguarda (Pontevedra) “Cintura del Tecla”, o el Restaurante SOPA de Madrid entre otras. Formado en Coaching dialógico por el IDDI desde 2008 con especialización en desarrollo directivo y docente. Docente en proyectos en A.I. de la ETSAM, desde '02 y desde 2006 es profesor y director de la Escuela de Arquitectura de la UFV (Universidad Francisco de Vitoria).

One Comment

  1. ua au Reply

    Felipe, tus palabras destilan una condescendencia rancia y un paternalismo desbordante que resultan tan insoportables como tu obsesión por metáforas forzadas. Comparar el proceso creativo con llenar un armario o cocinar podría parecer ingenioso si no fuese porque lo haces de manera tan superficial y prepotente que terminas ridiculizando tanto al estudiante como al concepto mismo de creatividad.

    Tu discurso no solo subestima a los alumnos, sino que los caricaturiza como ignorantes desvalidos que dependen de tu sabiduría iluminada para abrirles los ojos. ¿De verdad crees que tus estudiantes no saben que Pinterest no es la panacea del diseño? Tal vez el problema no sea que “su armario esté vacío”, sino que tú, con tu actitud de gurú sabelotodo, no les has proporcionado herramientas concretas ni espacio para desarrollar su propio criterio. Hablas de enseñarles a buscar en “fuentes contrastadas”, pero todo lo que haces es pontificar y lanzar preguntas vagas, como si hacer un interrogatorio fuera la forma más efectiva de enseñar. Spoiler: no lo es.

    Tu crítica a las redes sociales, Google y la inteligencia artificial es hilarante. Descalificas estas herramientas con un desprecio digno de alguien que se quedó anclado en el siglo XX, incapaz de adaptarse a los nuevos paradigmas del aprendizaje y la investigación. Claro que estas plataformas tienen limitaciones, pero rechazarlas de manera tan simplista solo demuestra tu desconexión con la realidad actual. En lugar de enseñar a tus alumnos cómo utilizarlas de manera crítica y eficiente, prefieres menospreciarlas, como si eso validara tu autoridad. Lo irónico es que, mientras tú sigues regalando listas de «básicos», el mundo ya está aprendiendo a navegar un océano de información con herramientas mucho más sofisticadas que tus consejos arcaicos.

    Además, tu obsesión con los “grupos selectos de publicaciones y premios” es un claro síntoma de tu elitismo intelectual. ¿De verdad crees que limitar el conocimiento a un canon preestablecido es la solución? ¿Dónde queda la innovación, la diversidad y la capacidad de encontrar inspiración en lugares inesperados? Reducir la creatividad a un conjunto de “referencias valiosas” que tú determinas no solo es limitante, sino profundamente autoritario. Tus alumnos no necesitan un Felipe Samarán que les diga qué pensar o a quién admirar; necesitan un profesor que fomente su curiosidad y les dé herramientas para explorar el mundo con autonomía.

    Finalmente, la metáfora del armario es la guinda del pastel. Insinuar que tus alumnos están “mal vestidos” porque no tienen suficientes referencias no solo es insultante, sino que refleja tu incapacidad de comprender que la creatividad no se trata de acumular cosas en un armario, sino de saber combinar lo que se tiene, incluso si el armario está medio vacío. Tu insistencia en este tipo de analogías desgastadas solo subraya lo limitado de tu enfoque y tu incapacidad para conectar con las verdaderas necesidades de quienes pretenden aprender de ti.

    En resumen, Felipe, el problema no es que los estudiantes no sepan qué ponerse. El problema es que están atrapados en un aula con un viejo verde y prepotente que, en lugar de guiar, se dedica a sermonear y a imponer su visión estrecha del mundo. Quizá antes de criticar a tus alumnos deberías revisar tu propio “armario pedagógico”, porque, francamente, está lleno de ropa pasada de moda.

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